Hace tiempo que no hago reportaje, pero esta ocasión lo merecía. A medida que transcurría la tarde el cielo se iba enmarañando de nubes altas menos una pequeña franja en el horizonte libre de nubes, por ello decidí irme a Illetas cerca de casa para despedir el día, así se veía desde mi casa (Cala Mayor): Una telaraña de cirrus y estelas que incluso dibujaban un halos solar poco definido a la izquierda
Una vez en Illetas la cosa prometía, siempre acostumbrado a ver la playa abarrotada de gente en verano solo deciros que ir allí en invierno merece la pena, no hay nadie solo las gaviotas y unos cormoranes que chapoteaban alegremente en busca de algún pescado para merendar
Se nota la llegada de la primavera...
La gran bola de fuego empezó a hundirse en el horizonte y el mar se empezó a teñir de colores espectaculares
Qué melancolía, muere el día pero lo hace con un festival de colores que ni la cámara logró captar con exactitud. Las fotos no están retocadas tan solo ligeros matices de brillo y contraste, me gusta hacer fotos fieles a la realidad sin distorsionar la belleza pura de cada uno de los fenómenos
Un barquito pesquero
Al fondo puerto Portals
En ese momento el cielo empezó a perder luz y recogí la cámara y los trastos para irme a casa cuando me di la vuelta y...
Saqué la cámara deprisa y empecé a correr por la playa buscando el mejor sitio, estaba yo solo frente a esa maravilla, los cormoranes seguían pescando en el agua ajenos a lo que estaba sucediendo
Una explosión de colores que hace tiempo que no veía, sonaban cánticos angelicales en mi cabeza
A cada segundo los colores eran más vivos, un candilazo sublime para despedir un día cualquiera
Esto es todo, saludos a todos